¡Hola!
Me llamo Patricia, aunque casi todo el mundo me llama Patri.
Nací en 1976, en Anna, un trocito de paraíso al interior de Valencia. Es la ciudad de la luz, donde resido actualmente, la que me brinda un pleno desarrollo tanto en lo personal como en lo profesional.
Soy amante de la naturaleza, del arte, de la luz y de la gente. Y me apasiona crear vínculos entre ellos a través de mi lenguaje, la fotografía.
Te invito a descubrir mi mirada en los diferentes campos de la fotografía social y de producto
En el reportaje de boda persigo que cada una de ellas adquiera su cuerpo y respire por sí misma. No hay dos bodas iguales porque no hay dos parejas iguales. ¡Y qué bien!
Respeto los tiempos de los protagonistas y me limito a vivirlas; rio, me emociono, bailo con ellos y narro bajo una mirada documental el día que están (estamos) saboreando para que con el tiempo puedan volver a revivir los acontecimientos.
Intervengo lo imprescindible y me nutro de la personalidad de cada pareja, cuidando composición y atmósfera, para que cada una de las entregas respire la esencia propia de ese día. Del Día. De La Boda.
En el reportaje de comunión la prioridad son los niños y su comodidad. Quiero que lo disfruten y esto siempre acaba reflejándose en su mirada y expresión.
Se convierte casi en obligatorio jugar y empatizar con ellos, para conseguir una sesión natural, espontánea y fresca, pero sobre todo, que al visualizar dicho reportaje reconozcas al niño que es y cómo es.
El reportaje de embarazo es una de las sesiones más especiales para nosotras. Es un momento muy tierno y sensible en el que los detalles se magnifican y cada gesto cuenta.
Realzar la belleza natural de la protagonista es mi principal objetivo y que tanto ella como su pareja y demás hermanitos o mascotas si las hay, se sientan como lo que son, familia.
El reportaje de familia atesora un valor que con el tiempo será incalculable. Tener ese recuerdo de la familia, con las mascotas o durante la infancia es el mejor autoregalo que toda familia debería permitirse, solo por el sentido que en sí mismo adquiere.
Es un tipo de reportaje ideal para dejarse llevar, olvidarnos del tiempo y que las cosas fluyan. Para ello cuento con los mejores aliados, los más peques, qué harán que todo se desarrolle de forma natural.