Boda
En el reportaje de boda persigo que cada una de ellas adquiera su cuerpo y respire por sí misma.
No hay dos bodas iguales porque no hay dos parejas iguales. ¡Y qué bien!
Respeto los tiempos de los protagonistas y me limito a vivirlas; rio, me emociono, bailo con ellos y narro bajo una mirada documental el día que están (estamos) saboreando para que con el tiempo puedan volver a revivir los acontecimientos.
Intervengo lo imprescindible y me nutro de la personalidad de cada pareja, cuidando composición y atmósfera, para que cada una de las entregas respire la esencia propia de ese día. Del Día. De La Boda.