Tener ese recuerdo de la familia, con las mascotas o durante la infancia es el mejor autorregalo que toda familia debería permitirse, solo por el sentido que en sí mismo adquiere.
Es un tipo de reportaje ideal para dejarse llevar, olvidarnos del tiempo y que las cosas fluyan.
Para ello cuento con los mejores aliados, los más peques, qué harán que todo se desarrolle de forma natural y el resultado sea el de una bonita sesión familiar, sin filtros, real.